¿Cuál es mi enfoque de trabajo?
Tres son los rasgos centrales que han ido configurando mi estilo propio a la hora de trabajar:
-HUMANISTA: a diferencia de otras corrientes, la psicología/orientación humanista pone el principal acento en las capacidades de cada persona. Otros enfoques tienden a poner más atención en aquello que en la persona esta "enfermo" o "desajustado". Un terapeuta humanista, aun cuando la persona con la que está trabajando pueda tener un problema de salud mental o estar pasando por una situación de desestructuración vital, trabaja desde las capacidades y recursos de la persona, desde la certeza de que todos los seres humanos encierran un gran potencial. Su trabajo consiste en facilitar que la persona desarrolle todo su potencial. Se trata de un enfoque más positivo.
Mi cometido es ayudar a desplegar el enorme potencial de cada persona
-CENTRADO EN LA PERSONA: esto quiere decir que la persona atendida puede y debe ser la protagonista de su propio cambio. A diferencia de otros estilos de trabajo, evitamos decirle a la persona qué es lo que tiene que hacer. Entonces, ¿cómo ayudamos a la persona? Creamos en la relación terapéutica un ambiente de seguridad psicológica en el que la persona puede explorar con libertad lo que de verdad siente y quiere, lo cual le permite tomar las mejores decisiones para su vida. Con este enfoque como base, integro diferentes técnicas de distintas corrientes humanistas (Gestalt, Focusing, Terapia Focalizada en la Emoción etc.). Se trata de un enfoque menos directivo.
Mi papel es facilitar que la persona que atiendo sea la protagonista de su propio cambio
-BIOPSICOSOCIAL: puesto que voy acumulando experiencia en el mundo de la salud, en el de la educación, en el de lo social y en el de la psicoterapia y la salud mental, podemos hablar de una concepción integral de la persona no desde "la teoría", sino desde la vivencia y reflexión profunda sobre la interrelación que existe entre lo que pasa en el cuerpo de la persona, lo que la persona vive en su mundo interior (pensamientos, opiniones, creencias, valores, emociones, idea de sí misma) y las circunstancias sociales en las que ha vivido y vive (entorno, relaciones, situación económica...). Todo ello me ayuda a mirar a la persona, entenderla y atenderla desde una mirada más integral.
Mis formación y experiencias me permiten entender a la persona de una forma integral